¡Creemos buenas semillas para ver el universo florecer! |
El niño
El niño no entiende de maldades ni
reflejos.
Solo mama el miedo y egoísmos del
hombre.
Nace amasando barro en los charcos ajenos.
Creando vida, más allá del ayer…
Marcando con sus manos el cristal de
lo que ve…
Se pasea por el estiércol
Recogiendo la siembra,
almacenando las semillas de otros;
almacenando las semillas de otros;
sin ser…
Corrompido, se pierde el mañana.
Con las manos sucias y un traje de alquitrán
a la medida
Sin piel…es arrastrado sin futuro a
la deriva.
Nació muerto, sin lápida que
reconozca, que él fue,
"ES".
"ES".
Publicaré un día de estos un poema que escribí dedicado a los niños. Yo los amo y siento dolor cuando veo que los mayores no sabemos apreciar la sabiduría que traen desde que nacen y cómo la van perdiendo por las erróneas enseñanzas de los mayores. Tampoco podemos hacer otra cosa, dado lo limitados que estamos. Me identifico mucho con tu poema. Un abrazo
ResponderEliminarIntentare seguirte Ana, estoy segura no pasará desapercibido Gracias por tu paso y huella.
EliminarUn abrazo.
Es lo que vemos a diario aquí, y lo siento tanto... Muy bien dicho, Mercedes. Abrazo
ResponderEliminarDesgraciadamente Adela, mal ejemplo somos los mayores que se supone tenemos que dar ejemplo.
EliminarUn abrazo.