19 enero 2015

¡OTRA EXTIRPE!


Otra extirpe
¡Sin dioses inventores
de terremotos ficticios!
Ni, mal nacidos.

Nací cargando una mochila entre laureles, abrazando un campo de amapolas.
Recorrí los trigales, observando el vacío que la justicia se olvidó equilibrar.
Acorté distancias, lamiendo las heridas que amputan flores sin acertijos.
Escribí letanías al cielo y zurcí las heridas de mi cuerpo...
con hilo de seda, perdones y suspiros.
Caminé al filo del precipicio
extendiendo mis manos a seres en aposentos de peligro.
Misteriosos fantasmas se arrastran...
ocultándose para no ser descubiertos, en el vacío que dejaron sus almas,
cuando aborrecieron su cuerpo maldito.

Extendí mis brazos,  llenando mis manos de luciérnagas
que mostraran la senda más segura
para caminar descalzos entre abetos y lirios.
Pero sesgaron mis dedos…
los pobres de espíritu.
Ahora, vuelvo a remendar las grietas,
simulando ojales para abotonar mí abrigo.
Perdida en un universo que no es el mío.
No encuentro mis latidos, inmersa en recuperar aliento
Amaso los segundos… cuezo los panes sin trigo,
Muelo la harina que aun no ha nacido… ¡y crezco!
crezco, para renacer de nuevo en éste mismo sitio,
sin sombras ni delirios.
Mi extirpe construirá otro universo...donde nadie se coma los años,
ni robe los meses, semanas y días
ni se pierdan las horas, ni los minutos y segundos.

¡Y mañana!
Mañana al alba, las cicatrices
Sólo serán una marca.
Línea visible y divisoria entre tu mundo y el mío.

4 comentarios:

  1. Por muchos tropiezos que encuentre,el alma llena de luz ,en su camino, siempre mantiene la frente erguida, mientras sus pasos resuenan firmes y aunque la oscuridad se empeña, en seguir sembrando tempestades,el sol se impone,la extirpe de la luz todo lo eclipsa..
    wow!!, me ha encantado Mercedes :) ♥

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    1. Gracias en el mar de mi alma, le viene genial tu nombre a mi escrito.
      de un alma a otra, ;)
      Un beso.

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  2. Adela Leonor Carabelli09:47

    Lo has dicho todo...La esperanza y la desesperanza...y la vida...Mercedes...Besos.

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    1. A veces querida Adela, puede mas la desesperanza, pero no podemos darnos por vencidos... hay que seguir luchando y predicando aunque sea en el desierto.
      Seguro encontramos un oasis donde la esperanza cree su nido y éste vibre despertando a algunos dormidos.
      Besos amiga.

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