“Tú que eres
mi maestro”
Me dejas
perdida Entre grandes conflictos
Y Mentes
turbulentas
Hoy, mi yo,
reabre puertas
Aquellas que
retornan de mi esencia.
Sepulto en
el pozo del olvido
el verbo
victimista y exigente
destierro todo aquello que me hiere.
Secretos de
otros cuerpos y otras mentes
Vomito los muertos que te envuelven
Que arrastras y paseas por tu vida
Sin sombra,
cobijo o manantial
donde lavar
y sanar las heridas.
Cambiemos el mundo
Busquemos
Allí donde
la cascada esconde
La sabiduría
antigua.
Caminemos en
silencio
contemplando el paisaje
Donde solo
se escuche el propio latir del corazón
Vibrando al ritmo
del viento
El tenue
sonido de los pajarillos
Y el
delicado aleteo de las mariposas.
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