Cuando la miseria humana
entra por la puerta,
la abundancia huye por la ventana.
En los baúles secretos
de ladrones y avarientos
los billetes de quinientos
se reúnen y porfían,
en la oscuridad más absoluta
sin ojos que le den vida,
se multiplican.
En los botes de cristal,
los pobres reúnen su calderilla,
con sonido celestial
aumenta y disminuye
como las horas del día.
El papel ante el metal
no tiene poder ninguno.
El rico, se cree muy listo,
introduce en el billete
milésima de hilo fino
metal precioso y divino
del color del arco iris.
Yo sentencio
aquí y ahora.
¡Siete días te doy de vida!
¡A ti bolsillo maldito!
O lo sacas de tu escondite
y cumple su cometido de
quitar el hambre al mundo
y dar techo a desvalidos
y a aquellos otros, que lo tienen
bien merecido.
O la sentencia segura
se cumplirá de inmediato
tu billete de 500
se quedará convertido
en excremento de gato y
tu pequeño hilo fino
será veneno en tu sangre
llegando a tus intestinos
donde no quedará
nada.
Nada de Nada
es
¡NADA!
Se acabo el dinero negro
se acabaron los ladrones.
¡Que viva la gente sana!
Ojalá esa sentencia se convirtiese en realidad...
ResponderEliminarMuy buena la obra; gracias por compartirla.
Saludos.
Gracias JotaJota, así sea!
EliminarSaludos
Ese billete, esta forma de vivir, a base de dinero.....Acordamos, Mercedes. Gracias.
ResponderEliminar