06 noviembre 2012

1975, AHORA RELATO,

Rafa y Mercedes.

 Finalizaban las vacaciones

Era el último fin de semana de agosto, la feria y fiestas llegaban a su fin; Como colofón, fuegos artificiales, la encantaba ver como el cielo se encendía e iluminaba, como si la primavera brotará en quince minutos, para volver a dormirse.
Su casa era el lugar perfecto, sus ventanas estaban en la mejor situación, su altura hacía que nada interfiriera. 
Después de disfrutar de tan magno espectáculo, se quedó tumbada en la terraza, mirando el cielo.
Un cielo inmenso y estrellado, para disfrutar de lo que más la gustaba desde pequeña, mirar las estrellas.
De pronto, algo llamó su atención, una luz que bailaba, sube baja, derecha izquierda, con una velocidad que incluso la costaba trabajo seguir con la mirada; volviéndose de espaldas empezó a recordar sus excursiones, sus visitas a los hangares de los militares y el aeropuerto, la fascinaban los aviones. Sus favoritos eran el reactor Cuger F8 utilizado para vuelos acrobáticos por la marina E.E.U.U. era espectacular digno de ver, un buen recuerdo para guardar en la memoria.
El que más la había impresionado el Phantom, avión de caza militar comprado a los americanos, era como meterse en un guante de relojes.
De pronto un zumbido empezó a sonar en su cabeza, no parecía entrar por sus oídos, se volvió percatándose que se había quedado paralizada con los recuerdos.
Entonces comprendió;  intentaban despistarla, ¡Allí estaba¡ la luz que había observado minutos antes, iba hacia ella, despacio, muy despacio girando sin cesar, de un color plateado, azulado, o gris perlado.
Era tan difícil de definir, no tenía con que compararlo; Podía ver, por lo que parecía una ventana, como una franja de la que salía una luz de un blanco perfecto, observó como algo o alguien manipulaba dentro.
Mientras seguía acercándose intentaba no perderse ningún detalle. 

Era increíble la velocidad que podían alcanzar. Con razón era tan difícil seguirlos.
Volando bajo, los radares no captan señal alguna ... ¡Pueden ser tan rápidos qué cuando algo hace saltar la alarma, los radares no muestran nada!
Al pasar sobrevolando su cabeza desapareció. 
Menos de cuatro metros la separaron o, tal vez no hubo separación.
Entró corriendo en casa, un grito sordo se escuchó en todo el edificio...
 Una semana más tarde; noticias en primera plana. "Aviones de caza españoles en estado de alerta por invasión del espacio aéreo español".
Curiosamente, la alarma salto en el centro de España.

3 comentarios:

  1. Muy buen relato. Siempre queda la incógnita de que???? Casi mejor así de lo contrario serían demasiadas cosas en que pensar.
    Abrazos

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    1. Mi querida Higorca o demasiadas cosas a eliminar.
      Besos.

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  2. Adela Leonor Carabelli20:49

    Muy bueno, Mercedes Dueñas.

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