25 enero 2015

Entre el ocaso, la derrota y el olvido.


I

Ocaso u olvido
Tiempo de equilibrio
Entre satenes y similares… Vesubios
Rincones de amnescia ausentes de reflejo
gritan al oído palabras vacías de contenido
Cenizas, acompañan el invierno, frío.
Promesas inconclusas
Sin vibración, ni ritmo...
Se pierden entre las grietas
De baldosas o granitos del camino.

II

Derrota o armisticio...
Vacuo atrapado entre costuras.
Pespuntes de hilo fino
amarran distantes las sonrisas
que perecieron perdidas en el olvido.
Recuerdos aferrados en los visillos de otro holograma
Que no es ni el tuyo, ni el mío.

III

La insoportable levedad del ser
Va más allá del espacio que habita
su lecho vacío...
entre la derrota, el ocaso y el olvido.

19 enero 2015

¡OTRA EXTIRPE!


Otra extirpe
¡Sin dioses inventores
de terremotos ficticios!
Ni, mal nacidos.

Nací cargando una mochila entre laureles, abrazando un campo de amapolas.
Recorrí los trigales, observando el vacío que la justicia se olvidó equilibrar.
Acorté distancias, lamiendo las heridas que amputan flores sin acertijos.
Escribí letanías al cielo y zurcí las heridas de mi cuerpo...
con hilo de seda, perdones y suspiros.
Caminé al filo del precipicio
extendiendo mis manos a seres en aposentos de peligro.
Misteriosos fantasmas se arrastran...
ocultándose para no ser descubiertos, en el vacío que dejaron sus almas,
cuando aborrecieron su cuerpo maldito.

Extendí mis brazos,  llenando mis manos de luciérnagas
que mostraran la senda más segura
para caminar descalzos entre abetos y lirios.
Pero sesgaron mis dedos…
los pobres de espíritu.
Ahora, vuelvo a remendar las grietas,
simulando ojales para abotonar mí abrigo.
Perdida en un universo que no es el mío.
No encuentro mis latidos, inmersa en recuperar aliento
Amaso los segundos… cuezo los panes sin trigo,
Muelo la harina que aun no ha nacido… ¡y crezco!
crezco, para renacer de nuevo en éste mismo sitio,
sin sombras ni delirios.
Mi extirpe construirá otro universo...donde nadie se coma los años,
ni robe los meses, semanas y días
ni se pierdan las horas, ni los minutos y segundos.

¡Y mañana!
Mañana al alba, las cicatrices
Sólo serán una marca.
Línea visible y divisoria entre tu mundo y el mío.

15 enero 2015

El egoísmo y su semilla.

Foto de Esteban de M.D.
¡Ningún cambio 
será fructífero
si no cambia el origen!
Cuán vanos, los deseos son, 
cuando egoísta es la razón, 
pues bien sabe el corazón 
de errores y satisfacción.

El ciego que con intención 
 se aturde, entre quereres
soñando con los poderes
siembra la desesperación.

El castigo es bien atroz
pues paraliza los pasos
asumiendo gran fracaso
el alma, se muestra feroz.

Sin saber de qué horizonte
llega el trino de las aves,
perdida el alma y las llaves
la mente perdió su norte.

 En semejante cocina 
entre soberbia y cretina
la muerte que es sibilina
se presenta bien precoz.

Matan los días la rutina,
una rutina asesina
que arrastra desolación.


12 enero 2015

Serie: retratos en sepia. Cambiemos los naipes.


Soy la tierra, concienciada con la vida.
Creyente defensora de colores y semillas…
Desperté batiéndome en duelo con los días de antaño
Convirtiéndolos en relucientes ahoras,
me perdí, en el espejismo.
Abrí el baúl de mi infancia.
Cerré la puerta y abrí la ventana
para recuperar el aliento...
descubrí, que el sol, que un día nos alumbró, se había olvidado de ti
rompiendo la baraja…
Este mundo, no es de los justos... ni de los hambrientos,
sólo de los carroñeros, envidiosos… pecadores del infierno.
Descendí, despojándome de instantes y fragancias,
donde las caras, carentes de retinas, amordazan
Humanos los llaman…
amputan cuerpos y restan derechos.
Humanos, se llaman…
mientras rezan entre golpes de pecho y alabanzas.
Arrodillados, besan el suelo.
O elevan sus plegarias a un falso cielo…
de la ceca a la meca, vuelan…
sus sueños y sus deseos.
Seguí descendiendo, ya, sin asombro, ni miedo.
Ahora, descanso en un lecho transparente de ausencias.
Sueño despierta,
Contemplo desde la lejanía…
para poder descansar cuando duermo
y no morir en el intento, al despertar tus silencios.
No hay redención cuando las tinieblas
alcanzan el andamiaje de los estigmatizados,
Sólo el derrumbe persiste…
mientras los escuálidos reptan entre los escombros.
Sin embargo, los manantiales siguen su curso
hacía ríos y mares.
Solo el hombre se pierde entre los matorrales.
Humanos, les llaman, humanos se llaman...
Cambiemos los naipes.
Destruyamos las cartas marcadas.
Comencemos un nuevo juego
Con distinta baraja…

Sueños de nodriza, magos, hadas y brujas
se reúnen en el bosque cantando aleluyas.
Son la conciencia de la tierra, sin fronteras…
complemento de un vientre que les dio el poder;
nacimiento, herencia, agua iris y piel,
sangre del mismo color,
que se horroriza del duro peaje que paga el SER…
Nada necesitan, nada quieren, solo vibran al compás de lo que sienten.
Son la historia de la vida,
Solo un suspiro, en siglos concebida,
por obra y gracia se saberse, nacida...

La tierra: La única selva donde el depredador
y la victima pertenecen a la misma especie.
Serie: retratos en sepia.
Los fantasmas de la tierra.

“Serie: retratos en sepia” las gomas y las caretas.


La verdad se esconde detrás de las apariencias y de la niebla.

Impronta estampa de pincel y pluma afanan sentimientos extraños,
Tras la careta, se esconden llantos dibujando un mapamundi…  a latigazos.
Corrientes de ultratumba simulan corazones que ocultan su verdadero rostro.
Difamadores atormentados; muerden esfinges.
ante la incoherencia de augurios implantados,
en canal, abren cuerpos ajenos con su mente envenenada.
Maquiavélico semblante
Boca sin labios...
Sólo una fina línea rezuma su aliento
al grito: ¡que les laven las cabezas!
Efluvios mentales de hordas condenatorias
qué a falta de guillotina y afilada sierra
sacan a pastar su lengua...
entre tanta careta, el hipócrita
no reconoce ninguna de sus caras o calaveras. 

“Serie: retratos en sepia”
los fantasmas de la tierra.

11 enero 2015

“Serie: retratos en sepia” Espejos rotos...

Todos los días llueven cristales rotos…
de aquellos que no se miran así mismos y levitan lapidarios…
Mientras unos miran para otro lado... entre cuentos de hadas, revistas de Corin Tellado y pelis porno,
otros, se hacen los ciegos y sordos, escondiendo sus cabezas en un hoyo.
Algunos yerguen hirientes, dividiendo en pedacitos el espejo, 
y multiplican su quebranto, lanzando esquirlas a los tejados,
maquillando la impronta de sentirse ultrajados,
muerden y escupen los pedazos…
Y yo sigo aquí, buscándome, esperándome, encontrándome.
¡Esperándote!
Regresaré…  mañana antes de alba
Sorda, ante lamentos de imberbes seres
que transportan cadenas sin sonrisas y manos sucias.
distorsionando lágrimas de oxidado engranaje.
Difícil encontrar palabras tiernas,
dulces bombones o jugosas frutas.
La voz, a de ser revulsivo, tintineo que golpee el corazón y la mente,
para remover esfinges de roca que se ocultan tras las sombras…
lo fácil es encontrar vocablos que regalen el oído del que busca su razón.
Todos nos equivocamos… 
no culpes a tus dioses de tus traiciones.
Nos equivocamos solos, ¡no hay paraíso para los asesinos traidores!
Nuestra es… ¡la última palabra!
Nuestra es la voz…
¡dónde estáis dioses!
¡dónde, dios!
-en cualquier parte, menos en ti-

“Serie: retratos en sepia”
los fantasmas de la tierra.

04 enero 2015

¡Se acabó!



Se me acabó la paciencia.
No más droga que mutila la existencia y exprime la esencia…
Mío es el aire que respiro, el perfume que me embriaga.
La lluvia que resbala por mi rostro.
La luna que me señala las noches y el amanecer cada mañana
Míos los pasos por caminos angostos o vergeles
Míos  los instantes, los sueños y la aurora.
Mío, mí pasado, creador de mí presente
Holograma de mi historia.

Tuyas, las reliquias que te embargan
Los rumores que te acontecen
La torre de Babel que te habita
Y el espíritu que te corrompe.

El que esté libre de pecado que tire la piedra
Pero jamás, esconda la mano.