30 mayo 2013

Los billetes de 500




  • Cuando la miseria humana 
    entra por la puerta,
    la abundancia huye por la ventana.
    En los baúles secretos
    de ladrones y avarientos
    los billetes de quinientos
    se reúnen y porfían, 
    en la oscuridad más absoluta
    sin ojos que le den vida,
    se multiplican.

    En los botes de cristal, 
    los pobres reúnen su calderilla,
    con sonido celestial
    aumenta y disminuye 
    como las horas del día.

    El papel ante el metal
    no tiene poder ninguno.
    El rico, se cree muy listo,
    introduce en el billete
    milésima de hilo fino
    metal precioso y divino
    del color del arco iris.

    Yo sentencio 
    aquí y ahora.

    ¡Siete días te doy de vida!
    ¡A ti bolsillo maldito!

    O lo sacas de tu escondite
    y cumple su cometido de
    quitar el hambre al mundo
    y dar techo a desvalidos
    y a aquellos otros, que lo tienen 
    bien merecido.

    O la sentencia segura
    se cumplirá de inmediato
    tu billete de 500
    se quedará convertido 
    en excremento de gato y
     tu pequeño hilo fino
    será veneno en tu sangre 
    llegando a tus intestinos
    donde no quedará 
    nada. 

    Nada de Nada 
    es 
    ¡NADA!


    Se acabo el dinero negro
    se acabaron los ladrones.

    ¡Que viva la gente sana!


3 comentarios:

  1. Ojalá esa sentencia se convirtiese en realidad...
    Muy buena la obra; gracias por compartirla.
    Saludos.

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  2. Ese billete, esta forma de vivir, a base de dinero.....Acordamos, Mercedes. Gracias.

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