27 diciembre 2012

EL PARAÍSO PERDIDO

Como es arriba es abajo.

 Hubo una vez un paraíso donde vivían Adan y Eva, allí todo era dulzura, paz y armonía, la abundancia los rodeaba, todo era luz y alegría.
 Las familias aumentaban y decidieron buscar otro paraíso donde poder compartir su dicha con otros seres. 
Así, comenzaron su peregrinar y también los problemas, ellos acostumbrados a no pasar necesidades, pues todo les era dado, no habían tenido la precaución de recoger provisiones para tan largo viaje. 
El hambre empezó a hacer mella en sus cuerpos, sin saber muy bien que les pasaba; sintieron una desazón y debilidad terrible, jamás habían sentido semejante tormento, en su tierra natal, el espacio tiempo no existía, todo era presente.
Descubrieron que sentían emociones que unidas al hambre y frío, les producía angustia y terror -era miedo- miedo a lo desconocido, decidieron volver atrás; fue entonces cuando comprobaron que se habían perdido y no reconocían el camino de vuelta.
Algunos viajeros encontraron frutas y tubérculos que recogieron enseguida, comieron con ansia y el resto lo escondieron, de esa forma desarrollaron la avaricia y con ello el egoísmo y la envidia.
Cada día, era una prueba y a su vez, un nuevo sentimiento despertaba en sus conciencias; el odio y rencor eran sus nuevos consejeros, ya no se ayudaban, no reían, no se amaban, solo falsedad reinaba en sus corazones.
Así, fue pasando el tiempo, y cada día iban a peor. 
Poco a poco se fueron separando acusándose unos a otros -al final tomaron direcciones distintas, sin comprender que se desconocían ellos mismos, pues todos tenemos dos parte y dependiendo que parte utilizas, así será nuestra vida-
Desde entonces hasta ahora, seguimos buscando el paraíso perdido; sin percibir, que se encuentra en nosotros mismos.
-Somos aquello que alimentamos; creamos aquello que creemos-

Feliz Vida en comprensión y armonía. 

17 diciembre 2012

" HOY NO ME RÍO" Ya sé por qué.



Hoy


Me permito esta licencia.

Aquí los genios que todo lo ven,
se sienten fuertes y sabios,
a vuelta de todo, con ojos abiertos 
aprietan sus brazos, llave al corazón,
consideran que cuando ellos vuelven 
los demás comienzan.

Profunda tristeza mi alma siente,
al comprender que los iluminados
andan más perdidos,
que aquellos humanos que andan
buscando el camino, por rastrojos
empedrados y arenas movedizas.

Los geniales seres se cierran
en banda, pues no va con ellos
los triste sentires, los ruidos
las voces, los gritos, las noches,
los días, las malas noticias.
las bellas historias.

Los humanistas conocen las debilidades,
el poder de un abrazo,
la palabra dulce, amable,
sincera, sencilla cuando nace
franca, espontanea del fondo del alma.
¡Pero corre espantado!
Ante las noticias del alma que busca,
que encuentra, que siente,que vibra;

no hay abrazo que valga.

Aquí el erudito, ciego, sordo y mudo.
Huye despavorido, pues nada le aporta
y tampoco le importa
el ser que descubre vereda o camino.

Se pierde, en su mundo.
Él, va más perdido, que aquel que busca fuera,
lo que solo crece dentro de uno mismo.